La industria aseguradora está lista para adecuarse a las normas en caso de que el gobierno mexicano catalogue a los cárteles de la droga como asociaciones terroristas . El 20 de enero pasado, el presidente Trump firmó un decreto para declarar a los carteles de la droga como organizaciones terroristas. Esto pondría a los cárteles como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) a la par de organizaciones terroristas designadas como Al-Qaeda, Boko Haram, Hezbolá y el Estado Islámico.
En México, la designación de terrorismo recae exclusivamente sobre las autoridades federales, explicó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Sin embargo, “el sector asegurador, al ser un mercado de libre competencia, tiene una amplia oferta de productos de seguros que permiten cubrir diversos riesgos de diferentes tipos”. México no ha registrado actos terroristas en las últimas décadas y estos se definen como los actos que con fuerza y violencia por parte de un grupo de personas, en representación de un grupo o organización religiosa, quieren influir en el gobierno o causar miedo al público, destaca la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (AMASFAC).
Coberturas contra el crimen organizado, más caras que las terroristas La AMASFAC destaca que los seguros sí cubren siniestros por crimen organizado, aunque este tipo de pólizas son más caras que las que cubren ataques terroristas. Además, son las empresas extranjeras que operan en México las que más buscan coberturas contra el crimen organizado. Si Estados Unidos denomina a los cárteles de la droga como asociaciones terroristas, las aseguradoras harían mínimos ajustes en sus pólizas, explica Fernando de la Torre, presidente de la sección Toluca AMASFAC. “Si tú tienes un auto y se ve involucrado en un siniestro de este tipo, va a estar amparado porque no es una exclusión de la póliza al no ser un acto de terrorismo o de guerra, sino que es un acto de crimen organizado”, dijo. El especialista destacó que las pólizas contra el crimen organizado lo contratan más las empresas, especialmente las transnacionales. “La mayoría son empresas transnacionales, que obviamente ven el crimen organizado como un riesgo muy relevante, particularmente en comparación con sus orígenes: americanos, alemanes, canadienses, españoles”, señaló.
]]>