Desde 2021, México desplazó a China como el segundo país receptor de remesas a nivel mundial, si bien este envío de divisas ayuda a las familias en el país, es el reflejo de una economía poco dinámica que no genera empleos suficientes para su población, ni ingresos suficientes para suplir las necesidades y servicios básicos. De acuerdo con el Anuario de migración y remesas que elabora BBVA con el Consejo Nacional de Población (Conapo), México ocupa el segundo lugar después de la India. En 2023 llegaron a México 63,300 millones de dólares por concepto de remesas, lo que representó el 7.8% de los 821,000 millones de dólares a nivel mundial. Mientras que en 2020 eL país recibió el 6.1% de los 717,000 millones. China, pasó de recibir el 8.9% de las remesas mundiales en 2020 a tener el 5.8% el año pasado, según datos del Anuario.
¿Por qué China recibe menos remesas?
China, la fábrica del mundo, tuvo un cambio en materia de política industrial que lo ha hecho depender en menor medida de las remesas. Desde 2021, un año después de la llegada del coronavirus, cuando México alcanzó la cifra histórica de 41,700 millones de dólares de remesas, cada año se ha registrado un nuevo récord. Para este año se estima que llegarán al país 65,900 millones. “Lo que ocurrió con China fue un cambio en su modelo de desarrollo, han incrementado el valor agregado de sus exportaciones, hay una reindustrialización en China. Esto ha bajado las corrientes de migración neta, es decir, inmigración menos migración; ha disminuido el número de personas que salen de China”, explicó Gabriel Pérez del Peral, académico de la Escuela de Gobierno y economía de la Universidad Panamericana (UP). El segundo lugar como receptor de remesas “es para ponerse a llorar porque te está reflejando una economía incapaz de generar empleos para todos sus habitantes”, consideró Gabriel Pérez del Peral. Por el contrario, México suma un bajo crecimiento económico en los últimos años, pasando de tasas promedio 2% anual, a hacerlo en menos de 1% durante el último año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. También se ha dado una caída del producto interno bruto per cápita en los últimos cinco años de -0.2%, destacó Pérez del Peral. Otro factor que ha influido en el comportamiento de las remesas en México y China tiene que ver con el nearshoring y la guerra comercial entre Estados Unidos, en un intento de EU por reducir la dependencia que tiene con el gigante asiático. “Son dinámicas que se están viendo no solo en remesas, sino en comercio internacional, donde México pasó a ser el primer socio comercial de Estados Unidos. Por otro lado, el cómo se da la reasignación del origen de las manufacturas, y eso acompaña diferentes procesos migratorios”, explicó por su parte Sergio Castellanos, profesor de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey. La guerra comercial, agregó el académico del Tec, tiene alrededor de 25 años, pero el proceso se ha interrumpido por cuestiones como la guerra en Ucrania, el Brexit , entre otros. Hay un factor cultural que puede ayudar a explicar el aumento de las remesas hacia México. “Una de las características de la cultura latina es que tienen vínculos familiares muy fuertes”, razón por la que algunos migrantes de segunda o tercera generación -nacidos en EU- continúen enviando remesas.
El lado oscuro de las remesas
Las remesas ayudan a alrededor de 10 millones de familias mexicanas. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro en este renglón, pues la mayor llegada de dólares al país tienen que ver con la falta de oportunidades a nivel local. Aunque en México se generen las condiciones para que los mexicanos se empleen en el país, la diferencia de ingresos será un factor que seguirá impulsando a un sector de la población a migrar a Estados Unidos, anticipó Castellanos. “El gran despegue de las remesas en el país fue en 2003. El porcentaje de las remesas paso de 0.5% del PIB en 1980 a 2.17% del PIB”, destacó el académico de la UP. En 2003 llegaron al país 16,654 millones de remesas, cuando el año anterior se recibieron 11,029 millones, de acuerdo con datos del anuario de migración y remesas México 2024. Además, hay otros aspectos negativos hablando de remesas: pueden provenir de actividades ilícitas. Además, han tenido un efecto inflacionario. “Las remesas son los ingresos de los pobres, que están haciendo que aumente el consumo -se van a los canales informales de comercio- lo que impide que baje la inflación, sobre todo en la parte de servicios”, subrayó Gabriel Pérez del Peral. Uno de los pendientes en los que se tiene que trabajar en México tiene que ver con utilizarlas para generar un aumento en la productividad y con ello provocar un mayor crecimiento económico, sostuvo Castellanos. “No se está viendo a las remesas como un ingreso formal que permita a las personas contar con servicios de mayor calidad”, así como para aumentar el acceso a servicios financieros, apuntó Sergio Castellanos. Por último, señaló el académico de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, para el próximo año, si se materializan las amenazas de deportaciones masivas de Donald Trump, se puede registrar una desaceleración en el envió de remesas al país.
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