El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 fue aprobado en lo general y particular por la Cámara de Diputados, y se espera su pronta publicación en el DOF. El gasto público , que suma 9.302 billones de pesos , de los cuales 7.680 billones, que representan el 82.5%, son gastos obligatorios , esto es más que el 80.8% del presupuesto aprobado para este año, y la proporción más alta desde 2022, de acuerdo con registros de Hacienda. Entre estos gastos destacan: deuda por 1.149 billones de pesos, participaciones a los estados con 1.340 billones, además de pensiones y jubilaciones por 1.637 billones de pesos, estos tres rubros representan el 53.72% de todos los gastos obligatorios.

El incremento de estos gastos reduce el margen para conceptos más redituables, como el presupuesto de inversión, que es base para detonar y atraer la inversión privada, y que para el siguiente año suma 843,312 millones de pesos, un monto menor al autorizado para este año, que es de 958,100 millones. También significa recortes para otros rubros que han venido en descenso los últimos años, como la educación y la salud. “Las prioridades de un gobierno se reflejan en el presupuesto. Si no se destinan recursos suficientes, las propuestas se quedan en buenos deseos. El Paquete Económico 2025 muestra más bien un plan de sobrevivencia para el gobierno, y no apuesta por el crecimiento económico, por la salud, la seguridad, ni la reducción de la desigualdad”, comentó Mariana Campos, directora general de México Evalúa en conferencia de prensa. De acuerdo con la directora de México Evalúa, existen acciones que se pueden impulsar para reducir estos gastos obligatorios, aumentar los ingresos y evitar recortes discrecionales, como fortalecer la autonomía fiscal de las entidades, además de establecer un marco fiscal a mediano plazo y transparentar el destino de la deuda. También estimar el gasto que financia derechos, como salud, en función de las personas a atender, para blindarlo ante recortes discrecionales, además de fomentar la inversión de la mano del sector privado ante las limitaciones presupuestales del gobierno. En proporción al PIB, el gasto de inversión física representará el 2.3%, el más bajo en más de una década, sus recortes se concentran en infraestructura carretera, hídrica y de combustibles. Esta situación representa una limitación para la generación de ingresos futuros, el desarrollo económico y la atracción de inversiones, destaca México Evalúa en un análisis al PEF 2025. “Cuando tienes la presión de reducir un déficit (la diferencia entre gastos e ingresos), erogaciones crecientes obligatorias por pensiones o deuda, y menos ingresos por petróleo, el gasto en inversión para infraestructura es uno de los más susceptibles, pues no es obligatorio, su ejecución radica, mayormente en no echar a andar proyectos nuevos o cancelar los anunciados; también está la posibilidad de recortar otros rubros como salud”, refiere Christopher Cernichiaro, investigador posdoctoral de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). De acuerdo con el Decreto aprobado la madrugada del jueves por los diputados , para el siguiente año no se tienen contemplados recursos para erogaciones plurianuales para proyectos de infraestructura, ni tampoco contempla nuevos proyectos por Asociaciones Público Privadas. México Evalúa destaca que a pesar de que el presupuesto del IMSS-Bienestar aumentará 29,200 millones de pesos, esto no compensa los recortes en la Secretaría de Salud, de 33,400 millones; y del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), de 57,300 millones. Como consecuencia, el presupuesto para la salud de las personas sin seguridad social caerá 22%, equivalentes a 84,000 millones, frente a 2022. Así, el gasto para las personas con seguridad social será 95% superior al de las no aseguradas, creando la mayor brecha en 20 años.

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