Además de aranceles a las importaciones de autos provenientes de México, de hasta 200%, el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump tiene un arma más , tras el objetivo de que la producción e inversión se queden en su territorio ; reducir la tasa del impuesto corporativo o Impuesto Sobre la Renta ( ISR ), como se le conoce en México. “Una de las promesas de Trump, si gana, es que quiere bajar la tasa impositiva corporativa de 21%, que ya la había bajado, desde 35%, la quiere bajar a 15%, y eso va a crear más distorsiones entre nuestras dos economías, que habrá necesidad de hacer ajustes pertinentes en su momento, si eso sucede”, advirtió Víctor Manuel Herrera Espinosa, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Prende alarmas

Desde 1993, la tasa corporativa en Estados Unidos se mantuvo en 35%, y fue en 2018, con Donald Trump como presidente, cuando se redujo a 21%. En México, la tasa ISR para las personas morales se mantiene en 30% desde 2010, con Felipe Calderón al mando de la Presidencia. “Creo que es una cuestión más territorial en el país, Trump promete bajar la tasa corporativa y eso le gusta a las personas que tienen más ingresos, pero lo que considero que está pegando más es la inflación, porque al final la base gravable está subiendo porque subieron los costos”, comentó Guillermo Mendieta González, de la firma Mendieta y Compañía. Si México quisiera competir por inversiones por la vía de los impuestos corporativos, tiene un freno, considerando que, una menor tasa de ISR representa una menor recaudación de recursos públicos. Tan solo la recaudación del ISR representa más del 35% de todos los ingresos que llegan a la hacienda pública. En 2023 sumó más de 2.5 billones de pesos de un total de siete billones. Al cierre de agosto había recaudado 1.83 billones. Reducir la tasa de ISR, para compensar diferencias con EU, representa un riesgo para las finanzas públicas en México, tomando en cuenta la meta de reducir el déficit fiscal de 6% a 3.5% del PIB para 2025, como lo prevé la presidenta Claudia Sheinbaum, tan pronto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presente su propuesta de Paquete Económico del próximo año, al Congreso de la Unión, antes del 15 de noviembre. El lunes pasado, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón, expresó la preocupación del sector por la meta del gobierno de reducir el déficit fiscal; “nos preocupa (…) que signifique una reducción de la inversión pública en infraestructura”, la cual es clave para detonar la inversión privada. Si bien México tiene una tasa impositiva más alta que la de Estados Unidos, puede compensar y atraer la llegada de inversiones por un menor costo de la mano de obra, y también de los energéticos, pero tiene en contra la inseguridad física y jurídica. “Se trata de un tema de competitividad, de hacer detonar la inversión con seguridad, ofrecer condiciones claras a los inversionistas extranjeros, si no la hay no habrá inversión que llegue y, por ende, dinero que recaudar”, culminó Mendieta.

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