El discurso de la austeridad republicana en las finanzas públicas se convirtió en la práctica, en una austeridad selectiva , en el transcurso del sexenio a cargo de Andrés Manuel López Obrador, y que está a unos días de terminar. Más que obedecer a un recorte de gastos onerosos o la revisión de estos para hacerlos más eficientes, el presupuesto público se incrementó año tras año hasta alcanzar niveles históricos , beneficiando, en su interior, a rubros más acordes con la política del presidente, como la entrega de apoyos económicos a la población, a través de las secretarías del Bienestar y del Trabajo, y recortando recursos a sectores como Salud y Economía, consideran especialistas en finanzas públicas.

Ganadores y perdedores

“Yo creo que fue una austeridad selectiva . Que se le hayan transferido a Pemex en aportaciones de capital y por estímulos fiscales 1.8 billones de pesos durante esta gestión refleja que no hubo tal austeridad. “Se seleccionaron ciertos ámbitos a los que se les recortó, pero a otros se les incrementó el presupuesto, como es el caso de Pemex, de los programas sociales, particularmente el programa de Pensiones para el Bienestar, que creció mucho en este gobierno”, explicó Diego Díaz, coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). “Yo cuestiono ese concepto de austeridad. Pienso que fue más una austeridad selectiva . Sí hay muchas entidades, dependencias, que si uno compara el presupuesto de 2018 con el de 2024 tuvieron caídas y hubo otras en los que subió mucho. Cuando uno ve el total, estamos gastando más que nunca, es el presupuesto más alto de la historia”, comentó José Luis Clavellina, director de Investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Un comparativo del CIEP entre la cuenta pública de 2018 y el Presupuesto de Egresos aprobado para este año detalla que ramos como Defensa Nacional, Bienestar, Trabajo y Previsión Social y Energía se encuentran entre los que recibieron, en conjunto, 190% más recursos. Parte de este aumento se relacionó con el actuar que tuvieron estas instituciones para materializar las prioridades del gobierno. Por ejemplo, el presupuesto para el Tren Maya estuvo un tiempo en Turismo, después se pasa a Sedena, hay otras obras que están en Marina. En Energía es, mayormente, por los apoyos a Pemex, y Bienestar creció por todas las pensiones que ahora se entregan, también la Secretaría del Trabajo, por el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, explicó el investigador del CIEP. Organismos como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Comisión Reguladora de Energía (CRE), Salud y Economía, por mencionar algunos, observan recortes en sus presupuestos de 44.1% en términos reales. Hay otras instituciones que son muy castigadas como Presidencia, Gobernación, Relaciones Exteriores, e incluso los órganos autónomos, destaca Clavellina. También estos recortes obedecen a la baja que hubo en la generación de ingresos a consecuencia de la pandemia, pues ante la falta de una reforma fiscal para generar más recursos, se hicieron recortes en rubros que no son del todo prioritarios para el gobierno, explicó Christopher Cernichiaro, investigador posdoctoral de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). “Muchas veces se toman las decisiones públicas pensando en cómo van a ser las consecuencias en las urnas, y no realmente en cuál es la decisión más eficiente para el gasto público”, comentó el investigador de la UAM.

]]>