A fines de noviembre, el presidente electo Donald Trump provocó una onda expansiva en el comercio mundial al amenazar con aranceles del 25% a México y Canadá, poniendo en jaque un acuerdo comercial regional, si los dos países no hacían más para frenar la migración y el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Fue una gran prueba para la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la primera mujer en gobernar el país y quien había asumido el cargo apenas ocho semanas antes. Analistas pensaban que la científica podría ser demasiado rígida y reservada para manejarse con el volátil líder estadounidense con el aplomo de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Error de cálculo
Mientras Trump se prepara para asumir la presidencia y Sheinbaum ha tenido roces públicos con él, ella también ha presentado resultados concretos que podrían ayudar a demostrar que México habla en serio sobre la cooperación en materia de migración, seguridad y China. Es difícil saber si eso será suficiente o si la amenaza de aranceles en el primer día de Trump en el poder fue totalmente realista, pero expertos y exdiplomáticos dicen que la mandataria mexicana ha tenido un comienzo sólido. “Es un enfoque muy pragmático y proactivo por parte de Sheinbaum y su equipo”, dijo Gema Kloppe-Santamaría, investigadora del Instituto de México del Wilson Center. Trump ha acusado reiteradamente al gobierno mexicano de no hacer lo suficiente para impedir que los migrantes y las drogas ingresen a Estados Unidos y ha amenazado con imponer aranceles radicales para obligarlo a tomar más medidas. También ha criticado la instalación de plantas chinas en México. Pero desde que asumió el cargo, Sheinbaum ha intensificado una ofensiva ya histórica frente los migrantes que viajan hacia la frontera con Estados Unidos al detener a una cifra sin precedentes de 475,000 entre octubre y diciembre y ha dejado abierta la posibilidad de que México esté dispuesto a aceptar a no mexicanos deportados desde Estados Unidos. Su Gobierno también ha confiscado una cantidad récord de poco más de una tonelada de fentanilo ilícito, ha impuesto nuevos aranceles a algunos productos asiáticos y ha confiscado productos chinos falsificados en varias ciudades. “Ella está enviando el mensaje de que es una líder política fuerte”, dijo Kloppe-Santamaría, señalando encuestas recientes que muestran que Sheinbaum ha aumentado su popularidad a un asombroso 80% después de sus primeros 100 días en el cargo. “Trump sin duda tiene mucho poder y legitimidad, pero ella también”, agregó Kloppe-Santamaría. Reuters habló con siete analistas económicos, exdiplomáticos mexicanos y expertos académicos en política mexicana. La mayoría elogió la estrategia de Sheinbaum para acercarse a Trump. “Este compromiso que ha demostrado México de alinear plenamente sus intereses con los de Estados Unidos es lo que nos hace tener más confianza en que la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente electo Donald Trump superarán las amenazas y la incertidumbre iniciales”, dijo Rodolfo Ramos, de Bradesco BBI. El futuro líder estadounidense es conocido por ser impredecible, pero Sheinbaum también ha mantenido un elemento de sorpresa, opinó Jorge Guajardo, exembajador mexicano en China. Si bien ella ha sugerido que México podría imponer aranceles retaliatorios, no ha revelado detalles. “Ha sido muy inteligente y estratégica”, agregó Guajardo. “Quiere mantener su pólvora seca”. Pero para el exembajador mexicano en Estados Unidos Arturo Sarukhán, el gobierno de Sheinbaum quizá no esté leyendo correctamente la situación. “Creo que ese es un gran error de cálculo”, dijo. “Hay una sensación de que esto es una especie de exhibición (de Trump) y que se utiliza para extraer concesiones y negociar y demostrar a su base que está haciendo lo que iba a hacer y que al final del día no hará lo que prometió”, afirmó. México es uno de los países que más tiene que perder en una segunda presidencia de Trump, sostienen especialistas. Estados Unidos es, con diferencia, el principal socio comercial de México, y las amenazas de aranceles del líder republicano podrían tener un fuerte impacto en la economía mexicana. Trump también ha prometido deportaciones masivas que podrían afectar al mercado laboral mexicano, generar problemas humanitarios y de seguridad en un país ya sacudido por la violencia, desplazamientos internos y un débil crecimiento económico.
Luego, están las amenazas de Trump de una acción militar unilateral estadounidense dentro de México, lo que “es básicamente un acto de guerra”, dijo Sarukhán. El exembajador advirtió que las relaciones entre Estados Unidos y México podrían ser más volátiles que en décadas pasadas y que Ciudad de México debía estar preparada para que Trump 2.0 sea aún más extremo que Trump 1.0. Pero Sheinbaum parece tener bien preparada la estrategia. Las medidas que ha tomado su Gobierno podrían ser suficientes, por ahora. “Me parece que estas medidas son suficientes para establecer un piso en las negociaciones y evitar que Trump imponga aranceles desde el día uno”, opinó Matías Gómez, analista de la consultora Eurasia Group. “Sin embargo, esta amenaza fungirá como una espada de Damocles a lo largo de 2025 como un riesgo latente que le permitirá a Trump presionar a Sheinbaum en múltiples frentes”, agregó.
]]>