La baja creación de empleo formal en 2024 despertó inquietud entre la iniciativa privada , ante esto urge al gobierno federal la implementación de políticas públicas para impulsarlo. La Coparmex señaló que al año se necesitan 1.2 millones de empleos formales nuevos para absorber la demanda laboral de los jóvenes que cada año se incorpora al mercado laboral.

Lo anterior significa que el año pasado se generó apenas 18% de este empleo formal que se requiere (213,993 puestos). El organismo empresarial destacó que la creación de empleo formal en 2024 tuvo un crecimiento anual de solo 1%, siendo el dato más bajo desde 2020, cuando la pandemia por Covid-19 ocasionó una contracción del mercado laboral. También esta cifra se encuentra muy lejos del promedio de los últimos 10 años, que supera los 519,000 empleos anuales. El mayor golpe para el empleo formal en 2024 fue diciembre , con la pérdida de 405,259 puestos. “Reconocemos que esta disminución tiene un componente estacional debido a la conclusión de contratos temporales y la menor actividad económica típica de fin de año”, refirió la Coparmex. Sin embargo, la magnitud de esta cifra refleja un entorno económico que ha debilitado la generación de puestos de trabajo en todo 2024. La generación de los 213,993 puestos en 2024, significó una caída de 67% respecto a 2023. Los empresarios apuntaron que la caída en el empleo no es un fenómeno aislado, sino el reflejo de una desaceleración económica que afecta especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Estas empresas enfrentan mayores costos laborales y operativos, junto con una falta de apoyos e incentivos gubernamentales. “Estas condiciones limitan su capacidad para sostener o ampliar su plantilla laboral, lo que impacta directamente en la creación de empleos formales”, dijo la Coparmex. Por otra parte, la incertidumbre jurídica, la creciente inseguridad y las señales contradictorias en materia de política económica, como la eliminación de organismos autónomos, generan un entorno poco favorable para la inversión y el crecimiento económico, son barreras estructurales que dificultan la generación del empleo y minan la confianza del sector privado, elemento indispensable para dinamizar la economía nacional. Los empresarios piensan que se puede revertir esta tendencia de poca generación de empleos formales, siempre y cuando se implementen políticas públicas que lo incentiven, por lo que proponen priorizar la formalización mediante esquemas fiscales competitivos y garantizar un entorno de seguridad y certeza jurídica que promueva la inversión nacional e internacional.

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