En México, la deducción de impuestos por gastos personales beneficia a los hombres de mayores ingresos, lo que representa una brecha frente a las mujeres y personas con menores ingresos. Lo cual hace necesario que se revisen y actualicen estos incentivos fiscales, señalan analistas consultados por Expansión .



“Hoy, lo que sabemos es que 55 de cada 100 pesos (de deducciones personales de ISR) se va a los hombres de mayores ingresos, es decir, hombres en el decil X”, apuntó Carlos A. Brown, director de Conocimiento y Justicia Fiscal en Oxfam México Entre los factores detrás está la brecha de los ingresos entre hombres y mujeres, pero también las diferencias en cómo se obtienen los ingresos, por ejemplo, las mujeres son más dependientes de oficios y de actividades personales, explicó. Otra razón es “la falta de participación de las mujeres en el mercado laboral; menos mujeres están registradas en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y, si no tienen que presentar la declaración anual de ISR, no pueden presentar esas deducciones”, complementó Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). “Son cuestiones estructurales de nuestro mercado laboral, que tienen que ver con cómo incentivas esa participación laboral femenina para que puedan tener acceso a esas deducciones”, añadió. En México, nueve de cada 10 personas que realizan trabajo no remunerado en los hogares son mujeres, refirió Carlos Brown. Entre los rubros en los que los hombres obtienen más deducciones están: los intereses reales por créditos hipotecarios, gastos de transportación escolar, primas de seguros de gastos médicos, así como colegiaturas, cuentas especiales para el ahorro y gastos médicos por discapacidad e incapacidad, de cuerdo con el informe Renuncias recaudatorias 2024 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). En tanto, las mujeres realizan más deducciones relacionadas con los cuidados: aportaciones a las subcuentas de retiro, gastos médicos y gastos funerarios. “Hay evidencia de que las mujeres sí vamos al doctor y los hombres no; las mujeres vivimos más que los hombres”, refirió Macías. “A quienes les dejamos los cuidados, incluso los cuidados después de la muerte, es a las mujeres. Eso dice mucho de esa asignación social que hemos hecho de los cuidados”, sostuvo Brown.

El reto


Los analistas consultados coincidieron en la necesidad de revisar las deducciones, pues estas aplican más a las personas que tienen la posibilidad de acceder a los mecanismos de información y herramientas. El hecho de que las personas de mayores ingresos deduzcan más, hablando en pesos y centavos, tiene que ver con que, a menor ingreso hay una menor posibilidad de acceder a productos y servicios que se puedan deducir, señaló Macías. “Habría que ver qué están deduciendo y por qué es tan poco, pero tiene que ver con el nivel de consumo”. El pago de impuestos y estar al tanto de las obligaciones fiscales no es una tarea sencilla, “esto representa una barrera para que las personas puedan deducir”, además hay una relación entre quien puede costear un contador para tener acceso a la información relacionada con las deducciones, detalló el directivo de Oxfam México. Para disminuir estas diferencias, Alejandra Macías consideró que es importante evaluar las renuncias recaudatorias y, con base en los resultados que haya dado cada incentivo, mantenerlo o quitarlo “porque son pérdidas de ingreso público”. En el marco de la presentación de la propuesta de Paquete Económico, la Alianza x la Justicia Fiscal, en la que participan Oxfam y el CIEP, han propuesto hacer una revisión a las deducciones, pues tampoco están actualizadas conforme a los incrementos que han tenido los precios de los gastos personales que pueden deducirse, no obstante, en la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) no hay propuestas para revisar o actualizar las deducciones.

]]>