Al inicio del nuevo sexenio, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió que los precios de las gasolinas no aumentarán en términos reales, es decir, que no se incrementarán por arriba del índice de inflación general, como sucedió en la administración de Andrés Manuel López Obrador. “Apoyaremos la economía popular, no va a aumentar como lo hizo el presidente López Obrador en los últimos seis años, no aumentará la gasolina, ni el diésel, ni la electricidad, ni el gas doméstico por encima de la inflación. Tampoco aumentará la canasta básica. No van a regresar los gasolinazos”, dijo Sheinbaum como presidenta de México al presentar Los 100 Compromisos para el segundo piso de la transformación en el Zócalo capitalino, el primero de octubre.
¿Cómo se logra mantener alzas por debajo de la inflación?
Cuando se dice que un producto o servicio no subirá en términos reales, se refiere a que si sube lo hará por debajo del nivel general de inflación. Esto significa que los precios de las gasolinas no deberán subir más a lo que detalle el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que es el indicador del Inegi enfocado en mostrar cuánto han variado las cotizaciones de los productos y los servicios promedio para los mexicanos. “Por ejemplo, si la inflación sube 5%, la gasolina tendría que subir 5% o menos, no va a subir 7% u 8%, solo en proporción igual o menor a la inflación”, explicó Luis Miguel Labardini, especialista en el tema energético y socio de la consultora Marcos y Asociados. Cifras del Inegi muestran que los precios de las gasolinas Magna y Premium aumentaron 22.52% y 21.20%, respectivamente, de diciembre de 2018 a septiembre de 2024, periodo que corresponde a la presidencia a cargo de López Obrador. Aunque los aumentos son considerables, estos fueron por debajo de la inflación en el mismo periodo que fue de 32.09%. El instituto y su calculadora de inflación refieren que los incrementos fueron mayores en las administraciones pasadas a cargo de Enrique Peña Nieto, en el que el precio de la gasolina regular subió 80.87%, un incremento por arriba de la inflación acumulada en este sexenio, que fue de 37.09%. En tanto, en el sexenio encabezado por Felipe Calderón, la Magna tuvo un incremento de 58.43%, cuando la inflación fue de 28.22%. El gobierno, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), tiene una estrategia para contener los precios de los combustibles, y no es propia del sexenio de López Obrador, se trata de reducir la cuota por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que se cobra en los precios finales en estaciones, cuando sube el precio del crudo a nivel internacional y, por ende, los precios de referencia de las gasolinas. Por ejemplo, para esta semana, Hacienda redujo su cuota IEPS, que es de 6.17 pesos por litro, a 5.93 pesos, es decir, aplicó un descuento de 0.24 pesos o 3.93%, de esta manera se evita que el precio final por litro se vea presionado por el cobro del IEPS federal. “Históricamente, lo que ha buscado el gobierno es reducir la volatilidad en los precios de los combustibles, es una volatilidad que no depende del gobierno, ni de la economía mexicana, sino de la inflación a nivel mundial, sobre todo del precio internacional del crudo. Una parte importante del precio de la gasolina es el IEPS y, al reducirlo o no cobrarlo completamente, disminuyes esa volatilidad en el corto plazo”, explicó Labardini. Pero esto tiene sus implicaciones para la recaudación de ingresos públicos, pues si los precios suben demasiado, Hacienda otorga más descuentos, incluso puede dejar de cobrar el IEPS y otorgar otros estímulos, como sucedió en el sexenio de López Obrador; esto quiere decir que deja de recaudar recursos públicos que ya tenía programados para el presupuesto público, refirió Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors. Pero hay un punto en el que esta recaudación de IEPS a combustibles puede convertirse en negativa, como ocurrió en 2022, pues ante el alza de precios en combustibles, el gobierno, además de aplicar descuentos a la cuota IEPS, lanzó un mecanismo complementario que consistió en la acreditación y devolución de IEPS a los importadores de combustibles. “En este último se destinó el 35% del total del estímulo de 2022, y fue implementado para hacer frente a la crisis energética mundial a partir de marzo de ese año. Con estos mecanismos fiscales se evita un aumento en los precios de los energéticos en México ante las presiones internacionales”, detalló el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en un boletín publicado en septiembre de 2023. Cuando la recaudación del IEPS es negativa significa que otorgar estos apoyos ya no solo representa una pérdida de dinero programado para las arcas públicas (renuncia recaudatoria), sino un gasto o erogación que presiona el presupuesto público, culminó Labardini. En lo que va de este mes, el primero, a cargo del nuevo gobierno, no se han otorgado descuentos al IEPS de la gasolina Premium, de hecho han sido menos en todo lo que va de 2024, mientras que la Magna ha gozado de pequeños estímulos fiscales. Al igual, el diésel no ha gozado de descuentos, a razón de que los precios se han mantenido estables. Esta situación ha representado una importante recaudación por este IEPS a gasolinas, incluso al cierre de agosto, este monto ya supera el total recaudado por este concepto en todo 2023.
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