Mucho se ha dicho que México es una economía que no ha despuntado por falta de oportunidades. Pero, ¿qué produjo esta situación? James A. Robinson, ganador del Premio Nobel de Economía 2024 , lo explica en el libro ‘Por qué fracasan los países’, que escribió junto con Daron Acemoglu. “En mi libro con Daron Acemoglu, Por Qué Fracasan los Países , argumentamos que los países ricos son ricos porque tienen instituciones políticas y económicas inclusivas, mientras que los países pobres son pobres porque tienen instituciones económicas y políticas extractivas”, señala Robinson en el documento Por Qué Fracasan Las Regiones: El Caso Mexicano .
Distribuyen el poder político en pocas personas. Presentan un Estado cenital que no es fuerte porque no provee los bienes públicos clave. El caso México Sur
Robinson y Acemoglu, junto con Simon Johnson, fueron galardonados con el Nobel de Economía por sus por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y afectan a la prosperidad. El anuncio se hizo este 14 de octubre. El autor detalla que las instituciones políticas extractivas consisten en dos dimensiones: Después de la Revolución de 1910, sostiene el autor, México era más fuerte que otros países de América Latina, pero débil en otras dimensiones “y el poder político estaba bajo el control del PRI”. “Las instituciones económicas extractivas del ejido provienen de estos dos aspectos de instituciones políticas. Estas estaban en parte diseñadas para controlar la población rural, que era un elemento del proyecto de construcción del Estado post-Revolucionario, pero posiblemente también era un sustituto de un Estado central fuerte. Este control le ayudó a solidificar el dominio político del PRI”, señala Robinson. Robinson explica en el documento Por qué fracasan las regiones: el caso mexicano , que una institución económica inclusiva crea “incentivos y oportunidades necesarias para promover la energía, la creatividad y el espíritu empresarial en la sociedad. Las instituciones extractivas no”. El científico explica que por “instituciones” se refiere a las “reglas que gobiernan y modelan la vida política y económica”. En el caso de México, señala, una institución política (regla) era el “dedazo, la forma en cómo los presidentes mexicanos nominaban a sus sucesores”. Otro ejemplo, agrega, puede ser el ejido, donde “los agricultores no tenían derechos de propiedad seguros”, lo que “reduce sus incentivos para invertir en la tierra y también para adoptar mejores tecnologías que puedan incrementar la productividad”. “En promedio los países pobres tienen instituciones económicas extractivas, mientras que los ricos tienen instituciones inclusivas”, refiere Robinson. El ganador del Nobel refiere que un país no define las reglas bajo las que va a operar “por casualidad”, sino que lo hace a través de “un proceso político”. “Por ejemplo, los orígenes de cómo las instituciones económicas del ejido tomaron forma, fue una compleja consecuencia de: el poder del Estado post-Revolucionario de expropiar a los terratenientes, la demanda de los campesinos por una reforma agraria y la estrategia adoptada por el PRI de consolidar el Estado mexicano. Esto fue una decisión política. Si el ejido contaba con demasiadas instituciones económicas extractivas era porque las instituciones políticas mexicanas en este periodo eran extractivas. Aquellos con poder moldearon las instituciones ejidales con respecto a sus intereses”, explica. El sur del país, en estados como Chiapas y Oaxaca, fue privado de fondos públicos e infraestructura cruciales. Por ejemplo, irrigación y carreteras, destaca Robinson. “El PRI delegaba más poder político a élites locales que reducían el incentivo de direccionar recursos para bienes públicos en esta zona. Esto no significa que al PRI no le fue bien en esta región. Todo lo contrario, fue solamente hasta el 2010 que el PRI perdió control de la gobernación de Oaxaca”, señala. “Hoy en día el sur tiene un sistema legal menos eficiente, que no es bueno para aplicar las leyes, y los estados del sur tienen gobiernos que son más ‘clientelistas’ y corruptos en la forma como interactúan con sus ciudadanos. El trabajo real de describir y conceptualizar la estructura de estas instituciones en el Sur está todavía por hacerse”, concluye.
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